REGRESANDO A SUS RAICES
REGRESANDO A SUS RAICES
Hacia mas de cuarenta años que marcharon de estas tierras mineras, huían de la esclavitud y de la miseria de la época hacia la Cataluña prospera, llenos de ilusiones y otros futuros mas halagüeños, lo dejaron todo, su casa, sus amigos, sus familias y sobre todo sus raíces.
Al principio cada año venían cargados de regalos a Nerva, que les esperaba como cada mes de Agosto con los brazos extendidos, poco a poco sus hijos los que llevaron consigo y los que nacieron allí, se fueron integrando en una nueva tierra que los hacía suyos y ellos los mas viejos, se sentían en tierra extraña a pesar del tiempo transcurrido, Nerva, sus raíces la siguen teniendo como espina hundida en lo mas profundo de sus recuerdos.
Con el tiempo dejaron de venir asiduamente y ahora ya con setenta y pico de años asoman por el pueblo que les vio crecer y que tienen la sensación de extraño, lo sienten cambiado e incluso dicen que hasta los pantanos, los edificios, las calles y las distancias les parecen mas cortas.
Mis tíos, que entran en este perfil después de bastantes años, con los hijos y nietos integrados en tierras catalanas, decidieron venir a las tierras que les vieron nacer y a pesar del calor reinante en estos días y sus achaques pueriles recorrían cada calle, cada rincón, en busca de ese recuerdo que fotografiaron en su mente. Ellos llevaran la Nerva que vivieron, hasta el fin de su existencia.
Supongo que a todos los emigrantes de todas las tierras les pasará igual, a los rumanos, a los marroquíes, a los que vienen en cayucos del África sub.-sahariana, parece como si la historia volviera repetirse... Hombres que buscan ilusiones mas halagüeñas hacia tierras mas prosperas y que con el tiempo los mas favorecidos tendrán hijos que se adaptaran a esta tierra y ellos en ese transcurso se sentirán extraños, tanto en la tierra de acogida, como las que les vio nacer cuando vayan en un futuro.
Que desdicha la del hombre que por obligación tiene que dejar sus tierras para escapar de la miseria y la esclavitud y aun mas desdicha cuando las puertas se cierran y se encuentran con el racismo y la xenofobia de algunos receptores.
Yo no entiendo de migraciones, ni de economía, ni de cuotas de la seguridad social, si es bueno o malo para los que estamos aquí, solo intento comprender a mis tíos cuando se fueron y a ellos que están viniendo ahora, incluso jugándose la vida y en peores condiciones que cuando se fueron ellos...
Recordemos que nosotros, casi todos los Nervenses, somos hijos de emigrantes que dejaron sus raíces... para construir la nuestra.
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